hay ciertos días locos en que el mundo se revela como un empinado y espinado camino, que te presentas como un boxeador amateur, te arrinconan en tu esquina y te dan de guantazos hasta que ya no puedes sostenerte, días en los que quisiera ser una lagartija debajo de su piedra, satisfecha con la lluvia; días en los que me gustaría gozar de la ignorancia de ser sordo y ciego, no enterarme de nada, dormirme y despertar de esta pesadilla, días en los que nos debiera ser permitido dibujar una puerta en alguna pared y escapar a otro lugar, a otra dimensión, a otro tiempo.
hoy que aquí las ambulancias rasgan la noche con sus aullidos mas que de costumbre, hoy que aquí hay mas ruido que el permitido y que estoy alimentando con alcohol mi necedad, hoy que se me hace difícil recordar lo que quería; hoy…la poesía es innecesaria.