balance

estoy a dos años y cuatro meses de distancia de haber vuelto a "aprender a vivir"; en otro lugar, en otro entorno, en otras circunstancias, en otra vida...

después de reacomodar los muebles en mi cabeza, intento el recuento de los daños: la verdad no tengo certeza de que es exactamente lo que buscaba entonces o lo que estoy buscando ahora, no se tan siquiera si alguna vez voy a encontrar lo que buscar, ni si encontrare lo que busco, pero se me ocurre -y eso es bueno- que lo estoy haciendo bien.

creo que como todos busco la "felicidad" aunque no tengo la menor idea de lo que realmente eso signifique, pero a veces tengo atisbos, pequeñas luces que aclaran mi color de túnel, destellazos que te recuerdan que alguna vez probaste su sabor aunque ahora el recuerdo sea vago...

hoy reapertura

esta lloviendo ahí fuera, la tinta se había secado, después de tanto cerrado por melancolía, me atrevo a desempolvar el espacio para seguir mezclando palabras por que de los milagros ya espere demasiado.
y si de mezclar palabras se trata estuve pensando: quien invento el lenguaje? quien nomino los actos, las palabras; quien le puso “beso” al beso, quien le puso "sueño" a lo que debia llevar tu nombre, quien bautizo “mito” a la alegría, quien nombro como “hoy” a lo que debía llamarse tristeza y como “mañana” a pensar siempre en ayer, a recordar, quien?
y si de ayer hablamos, pues, coincido con Cortazar al pensar en lo inútil que es el bifronte Jano, le sobra la cara que ve a futuro, le sobra!; la mayor parte del tiempo esa cara esta volteándose, girando queriendo ver el pasado, queriendo cambiarse, transfigurarse en el otro rostro, reconstruyendo, rememorando, recordando glorias pasadas, antiguos éxitos, romances y júbilos; y ciego de ayeres, se olvida de cuidar nuestro futuro, de pensar en presente, de soñar los sueños que ya no sueño…